Así es All In Biking, la app de Alicante que nació del hurto de una bicicleta.
A José Julio Becerril le hurtaron su bicicleta por segunda vez (y la de su hijo) en el verano de dos mil veinte. «Cuando fui a denunciar el robo con factura y todo me di cuenta de que no había posibilidad humana ni tecnológica de recuperarla porque quien la comprara después no tenía capacidad de saber si era robada o no«.
Nacía así una idea que se convirtió en All In Biking, una aplicación móvil gratis que ha derivado en una red social que va camino de transformarse en la comunidad mundial de los corredores principiante al confirmarse esta semana que ha adquirido Race The Planet, la aplicación para apasionados a las carreras populares que procuran compartir sus experiencias e información sobre acontecimientos deportivos.
Cuenta Becerril que, tras padecer el hurto, se puso a hacer una investigación de mercado sobre seguridad tanto en toda Europa como en Sudamérica «y me doy cuenta de que estaban igual» de mal que acá. Así, la plataforma con sede social en el Puerto de Alicante y con prácticamente treinta empleados, se valió de la tecnología Blockchain para producir un título único de propiedad sobre la bici, quedando esta marcada «de por vida» a fin de que cualquier usuario pueda identificarla de manera sencilla en cualquier una parte del planeta en el caso de hurto o pérdida.
De esta forma, asegura el CEO de la compañía, ya se han podido recobrar bicicletas en los 3 meses y medio de funcionamiento de esta aplicación. «La gente tiene que entender que no está bien esa picaresca española de comprar una bici de 10.000 euros por 2.000, porque eso significa que ha sido robada seguro», avanza.
«Ahora, con nuestra app, esto se comprueba fácilmente mirando el código de barras«, agrega, «con los consiguientes problemas que puede acarrear para el comprador si adquiere una bici robada». “Nuestro objetivo es ponérselo muy difícil al ladrón en el momento que intente venderla, desincentivando así este tipo de robos que por desgracia cada día son más habituales”, concluye.
Otras de las patas de esta start-up es la de «conectar a millones de ciclistas de todo el mundo en un entorno donde puedan compartir sus experiencias a través de una potente red social donde podrán realizar quedadas, compartir sus rutas y retos, comprar y vender sus bicicletas de forma segura erradicando los fraudes y un sinfín de funcionalidades que harán más divertido y seguro el día a día de sus usuarios». Desde su corto lanzamiento, la app ya cuenta con más de treinta.000 usuarios de los que el dieciocho% son del extranjero «y sin apenas hacer publicidad». El pronóstico es facturar un millón de euros en su primer año hábil.
Fuente de la noticia: forbes.com.es